Mi abuela desde siempre fue creyente de lo sobrenatural, ella daba una explicación muy convincente de todo lo que para los demás, no la tenía.
Una de esos extraños "dones" era la visualización de personas que estaban por o acababan de fallecer. Sí, suena algo loco, pero ella contaba con la extraña habilidad de ver las almas de esas gentes que ya se encontraban en sus ultimos momentos en este mundo o que acababan de dejarlo, tal como aconteció cuando su suegra Herminia Castillo, mi bisabuela, se encontraba postrada en Tampico, donde a causa de una dolencia ya no se levantaba de la cama. Ella cuenta que estando en su lecho mi abuelo Jesús Martínez, hijo de Doña Herminia, la vío parada junto a su cama mientras ambos dormían, y que su suegra le dijo que venía a despedirse porque ya se iba. El susto que aquella visión le provoco a mi abuela fue tal, que despertó a mi abuelo y le contó lo sucedido, mi abuelo era alguien que a pesar de que no creía en esas falacias tampoco las tiraba al olvido, y a la mañana siguiente envió un telegrama urgente a su natal Tampico.
Grande fue su sorpresa cuando le informaron que efectivamente, su mamá se encontraba agonizando.
Sin más tomó un vuelo del Distrito Federal a Tampico, como era de esperarse y dado que el trabajaba ya en ese tiempo como chofer de ambulancia en el IMSS, se empecino en traerla a la ciudad para que la atendieran en los mejores hospitales. No tardó en hacer el traslado, pero poco fue lo que pudieron hacer por ella, en cuestión de días mi Bisabuela Herminia Castillo, murió.
Otra de las veces que se le presentaron este tipo de visiones a mi abuela Esperanza, fue cuando falleció su consuegro, el padre de mi madrastra Magdalena G., mi abuela le contó a mi padre, Jesús Martínez quién ya se encontraba separado de su segunda esposa, que su suegro, la había venido a visitar esa noche, mi padre algo sorprendido por ello, la cuestionó sobre esa visita, pero mi abuela le contestó que solo se había pasado a despedir de ella, pero que lo había notado algo pálido y triste, como si estuviera enfermo. Mi padre la tachó de loca e hizo caso omiso al comentario, pero al día siguiente cuando regreso de su trabajo, le contó a mi abuela que su ex-mujer no había ido a trabajar porque el día anterior había fallecido su padre de ella.
Y esa habilidad para ver a la gente que falleció o esta a punto, se la heredó a mi hermana menor, solo que a ella se le presentan en sueños.
Las visiones que mi abuela tenía eran motivo muchas veces, de burla por parte de todos en la familia, pero empezamos a creer cuando las cosas que ella decía, se volvían reales. Y a su muerte nos heredo algunos de esos extraños dones.
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